El viernes 30 de agosto, Día del Detenido Desaparecido, se señalizaron las Comisaría Primera y Segunda de la Ciudad de Tandil que funcionaron como centros clandestinos de detención y tortura durante la dictadura cívico militar.
La actividad fue organizada por la Multisectorial por la Memoria, Verdad, Justicia y Alegría que integran a diversas organizaciones sociales, políticas, sindicales y estudiantiles, entre ellas La Cámpora Tandil.
De las actividades participaron la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, su hijo Guido, actual Secretario de Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires y Matías Moreno, hijo del desaparecido abogado laboralista Carlos Alberto Moreno y Director Nacional de Formación de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación.
La actividad comenzó en la puerta de la comisaría segunda, con el descubrimiento de la placa recordatoria en la puerta de la dependencia policial y la lectura de testimonios de sobrevivientes que estuvieron detenidos allí durante los años de represión ilegal.
Posteriormente se realizó una movilización con destino a la comisaría primera, donde tuvo lugar el acto central, que se inició con el descubrimiento de la placa y luego fue el turno de los discursos.
Matias Moreno recordó que en Tandil se desarrolló el juicio en el que fueron condenados tres militares y los primeros civiles por haber facilitado las condiciones en las que fue asesinado su padre Carlos Alberto Moreno, en el año 1977 en la “Quinta de los Méndez”. Realizó un breve repaso por el proceso histórico que “permitió llegar a este momento” y recordó el juicio a las juntas, en el año 83, la sanción de las Leyes de Obediencia Debida y Punto Final, el indulto menemista, las primeras detenciones de represores en el extranjero y marcó como un ícono en el proceso de reparación histórica “la llegada de Néstor (Kirchner), que bajó los cuadros y ya pudimos condenar a 440 genocidas desde la anulación de las Leyes de Obediencia Debida y Punto Final”.
Finalmente, fue el turno de Estela de Carlotto, quien hizo hincapié en que “para las Abuelas, a quienes se nos va la vida, es una alegría saber que hay un relevo para nuestra lucha, porque hay mucha juventud comprometida y con ganas de formar parte de la historia y no verla pasar como hizo mi generación”.
La presidente de Abuelas, se mostró “emocionada por el acto de señalización de las comisarías” y expresó que “pienso en Laura y en sus compañeros, que sabían que iban a morir por su proyecto, pero lucharon igual y sus muertes no han sido en vano y por eso estamos acá”.
“Hemos abrazado ya a 109 nietos y faltan más de 400 por encontrar. Vamos a seguir la búsqueda y la lucha”, expresó.
Carlotto llamó a “seguir peleando por más derechos humanos, por tener casa, educación, salud, alegría, chicos que no pidan limosna, que no se mueran de hambre y que los ricos den lo que tenemos que recuperar de ellos; una porque los robaron y otra porque no es justo que unos tengan tanto y muchos no tienen nada”.
La señalización de los ex Centros Clandestinos de Detención, Tortura y Exterminio busca visibilizar la función que tuvieron estos lugares durante el terrorismo estatal y expresa en el espacio público el compromiso del Estado democrático de dar a conocer y condenar estos hechos, para que no vuelvan a repetirse. Asimismo, constituyen un explícito reconocimiento a las víctimas y a sus familiares. Con estas dos señalizaciones ya son 68 las instaladas en todo el país.
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