jueves, 27 de septiembre de 2012

Homenaje a Beatriz Oesterheld en San Isidro

La Cámpora San Isidro realizó el martes 25 de septiembre un homenaje a Beatriz Oesterheld en la localidad de Béccar muy próximo al barrio La Cava, uno de los lugares donde Beatriz realizó su militancia al momento de desaparecer en 1976. 

Durante el acto se hicieron presentes Elsa Oesterheld, madre de Beatriz y esposa de Héctor Oesterheld, el nieto recuperado número 75, Horacio Pietragalla que además es diputado nacional, y el diputado provincial José Ottavis. Además, se contó con un público de compañeros y militantes que superaba las 300 personas, entre ellos, referentes de las distintas organizaciones que integran la mesa "Unidos, organizados y solidarios" de la primera sección electoral, quienes también colaboraron con la organización y convocatoria.

La apertura del acto estuvo enmarcada en la lectura de un documento titulado "Apuntes sobre la militancia de Beatriz Oesterheld", escrito por quien era su esposo y compañero Miguel Fernández Long. En él, además de enunciar sus pasos por la militancia, también se habla de su formación política, literaria y filosófica influenciada por su entorno familiar en el que se discutían posiciones concretas en cuanto a ética y valores. 

El interés por las luchas sociales argentinas y la realización de actividades consideradas clandestinas para la época fueron elementos que la llevaron a vincularse e identificarse con el pueblo peronista. En San Isidro, su accionar se desplegó fundamentalmente en el barrio La Sauce con un grupo de la Parroquia de Béccar y en el barrio La Cava. Este documento concluye con la frase: "Un corazón brillante, una mente lúcida y una ética inflexible. Su voz todavía se escucha con claridad".

En un segundo momento del homenaje, jóvenes estudiantes secundarios de cada organización presente hicieron uso de la palabra y trataron distintos tópicos entre los cuales, se hizo un paralelismo entre la militancia de Beatriz y los actuales temas en discusión que afectan a los más jóvenes y sus derechos. Así, los distintos compañeros que hablaron, repasaron temas como la historia de la lucha por el boleto estudiantil, el voto a los 16 años y la ampliación de derechos desde una perspectiva de identidad con la lucha e ideales de los jóvenes que como Beatriz dejaron su vida militando por un país más justo.

Luego, un compañero de la cooperativa Juan Salvo le obsequió a Elsa Oesterheld un libro con la historia de esa organización y una remera de la misma, como así también otro compañero le regaló un retrato de Beatriz.

Muy emocionada, Elsa habló de esa "locura de reirse mucho sin saber por qué" que Beatriz expresaba como parte del clima de felicidad que se vivía en su casa. Y que también en aquellos años al decirle a su madre que iba a ser médica, le explicó que "yo no voy a ser una médica para gente pudiente. Yo voy a irme al interior del país para hacer lo mejor que pueda para la gente que no tiene nada, que no tiene ninguna satisfacción. Todo voy a tratar de dárselo yo". Esa forma de pensar la vida y de vivirla que tenían sus cuatro hijas, reflexionó Elsa que "de alguna manera lo consiguieron porque están junto a todos nosotros".

A su turno, el diputado nacional Horacio Pietragalla, reivindicó a las madres y abuelas que hoy están bien a raíz de la recuperación de políticas de Derechos Humanos por iniciativa de Néstor Kichner, quien al relacionarse con los organismos rescataba una de las únicas columnas honestas y sólidas que quedaban y a partir de las cuales recuperábamos la democracia. 

También, rescató el compromiso por todos los que hoy no están y la defensa por la posibilidad de militar y luchar en libertad y sin riesgos tal como ocurre hoy en día. Pietragalla cerró sus palabras diciendo que "tenemos que aprovechar esta oportunidad que nos da la vida de tener personas como las Madres y las Abuelas, como Elsita" que a pesar del dolor "esta madre, esta abuela, esta maestra de la vida lo transformó en lucha y militancia y hoy gracias a ellas, 106 compañeras recuperaron su identidad".

Al cierre, José Ottavis hizo hincapié en el orgullo de tener a tantos hijos y nietos recuperados que se reconcilian con su historia y que en muchos casos al dedicarse a hacer política, son un orgullo para la militancia y sus organizaciones. 

Al cierre de los discursos, la militancia presente estuvo un rato largo entonando cánticos militantes y agitando banderas en un clima de alegría tan típico y creciente en cada actividad enmarcada en el modelo nacional.

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