Al finalizar las clases de apoyo en Villa Esperanza, después de la chocolatada, se dictó un taller de percusión para los nenes que, entusiasmados y con ganas de aprender, se sumaron al taller. Es fundamental que los chicos encuentren espacios para realizar actividades recreativas. Es nuestra obligación como militantes tratar de generarlos para darles contención y acompañarlos día a día en su proceso de formación y crecimiento.
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