Primer mural de La Cámpora José C Paz

La bandera de nuestros corazones asoma despacito por entre los autos de la avenida Potosí, llevada por orgullosos compañeros ondea cortando la cálida brisa de una típica noche de verano. En la otra cuadra frente a un enorme lienzo de cemento blanco esperan los compañeros de Segundo Centenario. Todo esta listo: la pintura fresca está sobre el pasto, las luces del proyector se encendieron, los transeúntes se muestran curiosos; José C Paz va tener hoy el primero de muchos murales y como no podía ser de otra forma, la imagen elegida por La Cámpora para  perpetuar sobre el muro desnudo, es la de los rostros del hombre y la mujer que nos contagiaron su amor por esta patria. Sí, ¡Néstor Y Cristina! esos que un día vinieron traídos por el potente viento del sur porque la comprensión histórica les permitió ver que nuestra peor crisis era la oportunidad única del cambio. 

Todo comenzó horas antes, entre las bambalinas de los preparativos para los carnavales populares. Alguien dijo que era la hora de pintar un mural y alguien más le respondió que por lo menos en José C Paz no había mucho compañero con dominio del pincel. Debe ser por eso que  la jefa nos quiere Unidos, Organizados y Solidarios, para compartir experiencias, para nutrirnos con la sabiduría de los otros. Al rescate llegaron entonces los compañeros de Segundo Centenario y después de acordar entre todos cual era la mejor imagen para el primer mural paceño, se puso en marcha la operación para llevarlo a cabo.

Frente a la pared donde los  militantes ensayan trazos temblorosos un par de chicos del barrio se acercan para presenciar la escena, uno de ellos  afirmo quería ser Gobernador de su provincia (Entre Ríos), un comentario que provocó la risa de todos. Un rato más  tarde el futuro gobernador pidió un pincel y ayudo a  pintar la sonrisa de Cristina.

Cerca de la medianoche, el asado que esperaba en la parrilla de la casa compañera, apuro la tarea. La atmósfera estaba cargada por aires de triunfo, lo que empezó como la idea de un par de locos se transformo en la creación colectiva de militantes y vecinos. La foto de Néstor y Cristina quedo plasmada en la pared de uno de los tantos barrios de José C Paz, para recordarnos todos los días que el cambio para consolidarse "no depende de una persona, ni de un grupo de elegidos o iluminados; es una tarea colectiva, diversa y  plural".